Esta técnica tiene una gran eficacia demostrada en consulta y se basa en lo que de forma instintiva todos hemos hecho alguna vez: mirar el miedo a la cara, afrontarlo sin huir y hacernos grandes ante nuestro temor. Sólo así podemos dejar de temer lo que nos da miedo. Y para afrontarlo no queda más remedio que exponernos a él. La técnica de EPR se basa precisamente en este principio: afrontar sin huir.
Existen varios tipos de exposición según la clase de miedo.
1. Si el miedo es un objeto o
situación externa (un animal,
insecto, situación social, etc..)
tenemos los siguientes tipos:
Directa, que incluye:
In vivo. Exponerte cara a cara con lo que temes en su contexto natural.
Jerarquizada. Exponerte a lo que temes de forma gradual, primero a los estímulos que menos ansiedad te suscitan hasta llegar a aquel que te produce un 10 de ansiedad.
Con coterapeuta. Como puente a la autoexposición, se forma a un familiar para que ejerza el rol de coterapeuta y ayude al cliente a exponerse a su miedo fuera de consulta.
Autoexposición. Te expones fuera de terapia a tu miedo, es el objetivo final.
Indirecta:
Exposición en imaginación. El sujeto imagina, siguiendo las pautas del psicólogo, aquello que teme sin distraerse, hasta que su ansiedad desaparece.
Exposición in vitro. Se reproduce artificialmente la situación que la persona teme por motivos prácticos, ya que a lo mejor es difícil tener la oportunidad de exponerlo in vivo, por ejemplo, para una persona que tenga miedo a hablar en público podemos recrear un escenario lo más parecido a la realidad en el que tenga que hablar delante de personas.
2. Si el miedo es a un Pensamiento
concreto y
recurrente del cliente, por ejemplo “Mi hijo va a tener un accidente con la moto” hacemos:
Exposición a las preocupaciones.
3. Si el miedo es una sensación físicacomo sensación de ahogo o falta de aire, taquicardia, mareo… y la persona interpreta dichas sensaciones como una señal de que le va a dar un infarto, o le va a ocurrir algo horrible (como sería el caso de una persona que padeciera un trastorno de pánico) hacemos:
Exposición Interoceptiva. La persona se expone a las sensaciones físicas que teme.
Aplicación de la técnica:
Útil en todos los trastornos de ansiedad (Fobias, Trastorno Obsesivo-Compulsivo, Trastorno de Ansiedad Generalizada, Trastornos de Pánico-Agorafobia,…)
También se utiliza en como parte del tratamiento del juego patológico, bulimia, adicciones.
Objetivo:
La persona tiene que permanecer frente al estímulo que le produce ansiedad el tiempo suficiente hasta que su ansiedad se reduzca a cero y sin que realice ninguna conducta de escape o evitación, lo que en psicología llamamos conductas de seguridad.
Las conductas de seguridad equivalen a ESCAPAR o HUIR del miedo. Son las estrategias y los comportamientos que la persona pone en marcha para ponerse a salvo y reducir así su malestar y ansiedad. Cuando el cliente llega a terapia hemos de evaluar muy bien cuales son sus conductas de seguridad, por que en la EPR tendrá que enfrentarse a su miedo sin ellas.
Una vez en exposición, si la persona no baja su ansiedad hasta cero (o muy próximo a cero, por ejemplo 1) la técnica no se puede interrumpir, ya que esto perjudicaría al cliente y la próxima vez que aparezca al objeto que teme tendrá mucho más miedo que antes de la exposición. Esto perjudica la terapia por que su miedo se hará más fuerte y su ansiedad se disparará mucho más rápido y de manera más intensa, con lo que estará tentado de escapar o evitar el estímulo temido. Lo cual es exactamente lo opuesto a lo que queremos lograr en terapia.
¿Qué comprueba una persona cuando hace EPR?
- Que la ansiedad no sube y sube y
sube y sube… hasta el infinito y más allá, sino que sube rápido, después llega a un techo y a partir de ahí la ansiedad, que tan desagradable le resulta al cliente, comienza a ir descendiendo progresivamente hasta desaparecer. A esto lo llamamos la curva de la ansiedad y hace referencia al comportamiento natural de la ansiedad humana cuando no escapamos de nuestro miedo.
- Que su miedo no llega a hacerse realidad. Por ejemplo, una persona que tiene miedo a los perros está absolutamente convencida de que si se encuentra con un perro, éste la atacará, la morderá o le hará daño de alguna forma. Si esta persona fuese a consulta psicológica y se expusiera a los perros (siguiendo el protocolo clínico), cuando viera al perro su ansiedad se dispararía muchísimo, quizás 9 o 10, pero transcurrido el tiempo oportuno su ansiedad iría paulatinamente descendiendo y entonces podría observar que el perro no la ataca ni la agrede.
¿Qué beneficios tiene para el cliente este hecho?
Muy sencillo, se rompe la conexión: Perro = Peligro
Espero que os haya resultado útil y que haya arrojado un poco de luz con respecto a las técnicas de EPR. ¡Nos seguimos leyendo! 🙂
1 comentario en “AFRONTANDO LOS MIEDOS: Técnica de Exposición con Prevención de Respuesta (EPR)”