Hace ya algunos meses escribí un post en el que explicaba qué es y cómo funciona el TAG. Ahora bien, ¿qué factores intervienen en su desarrollo? ¿Qué fomenta su aparición?
VULNERABILIDAD PSICOLÓGICA
Según el Modelo de evitación acerca de la preocupación propuesto por Borkovec (Sibrava y Borkovec, 2016) habrían dos factores psicológicos que nos hacen más vulnerables a desarrollor un TAG:
- Tener una percepción de amenaza generalizada: «El mundo es peligroso«
- Sentirse incapaz de afrontar los eventos amenazantes.
Esta vulnerabilidad se desarrolla si has vivido eventos traumáticos en el pasado, p. ej., maltrato, pérdida de un progenitor, problemas familiares, conflictos entre los padres, una educación inconsistente por parte del padre y de la madre donde no se ponen de acuerdo en las normas básicas de crianza, etc…. Pero también si los padres no le daban suficiente afecto al hij@ o le sobreprotegían.
- En el caso de falta de afecto, el niño o la niña crece sin tener una figura de autoridad que le proteja y le haga sentir segur@ frente al mundo. Se convierte en un niñ@ insegur@ y preocupad@.
- En el caso de la sobreprotección, ocurre que los padres son demasiado exigentes, hipercontroladores, estrictos, imponen una disciplica muy severa. Tanto le advierten, controlan, dirigen, sobreaconsejan… que el niño ni aprende habilidades para enfrentarse por sí sólo a los desafíos de la vida, ni aprende a ver el mundo de una manera objetiva, sino como un lugar hostil en el que hay que estar constantemente alerta y esforzarse para evitar que ocurran cosas negativas.
Ambas cosas (sobreprotección y falta de afecto) hacen que el niño se muestre preocupado por el paradero de los padres, deja de explorar los ambientes nuevos, los nuevos juguetes y no retoma el juego con el regreso de la madre. Esto le lleva a que no desarrolle su autonomía. Los niños con apego inseguro o ambivalente tienen sentimientos encontrados después de que la mamá vuelva a aparecer en la habitación donde había dejado a su hij@. El niñ@ se debate entre resistirse a la madre, estar irritado con ella por que lo han abandonado, pero también emite conductas de querer acercarse y querer tener contacto con el progenitor. De ahí que se llame apego inseguro o ambivalente.
Otra de las cosas que revelan la investigación es que son más vulnerables a padecer TAG los niñ@s o adolescentes que han tenido que cuidar a sus seres queridos para ganarse su afecto y aprobación pero que no han recibido tanto cuidado como el que daban.
Sandra Muñoz Tortajada
Psicóloga con Máster en Psicología Clínica, CV-12460
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